Terapia PsicoCorporal: Qué es
La Terapia PsicoCorporal se encuadra dentro de las llamadas Terapias Alternativas, por lo que está orientada a ayudar a atravesar situaciones de crisis que forman parte del proceso normal de la vida.
Por lo tanto, no pretende reemplazar el tratamiento psicológico ni psiquiátrico en aquéllos estados o síntomas patológicos que requieran de dichos tratamientos.
Es ideal para personas muy mentales que necesitan aprender a conectarse con sus emociones y expresarlas adecuadamente, lo que permite recuperar la sabiduría interior innata en nosotros.
Como toda terapia alternativa, está orientada para quienes buscan una terapia no convencional.
Cómo trabaja la Terapia PsicoCorporal
Su trabajo se centra sobre los conflictos o dificultades -ya sean emocionales, de relaciones, búsqueda de desarrollo personal o espiritual, etc- partiendo de la idea de que somos una unidad cuerpo-mente-emociones-espíritu, donde el cuerpo expresa y manifiesta el estado mental, emocional y espiritual de la persona en cada momento.
Se utiliza una amplia variedad de herramientas y Técnicas Alternativas (como Visualizaciones y Meditaciones Guiadas, Esencias Florales, Ejercicios Corporales y Perceptivos, Gestalt, PNL, PsicoAstrología, Registros Akáshicos, etc.) haciendo foco en cómo se expresan en y a través del cuerpo.
A pesar de que en nuestra cultura y educación nos enseñan que la mente es superior al cuerpo y que la mayoría de las religiones nos inculcan que el cuerpo es fuente de pecados, esto no es verdad y causa toda clase de desequilibrios y sufrimientos!
Porque en realidad somos una unidad cuerpo-mente-emociones-espirítu y lo que ocurre en un nivel, necesariamente repercute en el resto.
Lo que nos lleva a questionar algunas creencias, por ejemplo…
¿Alguna vez se preguntaron qué es su cuerpo?
Porque de esa respuesta depende la forma en que lo tratan o maltratan!
Si creo que mi cuerpo es una máquina compuesta por distintas partes que funcionan como engranajes, cuando tenga un problema de salud, elegiré a un médico que me recomiende amputar esa parte con problemas para reemplazarla por otra, tal como haría un mecánico con una pieza de mi auto.
O si me dejo llevar por la publicidad y por el culto al físico, voy a creer que mi éxito social e incluso afectivo dependerá de su imagen.
Entonces, si pertenezco a alguna raza cuyos genes predisponen a tener caderas anchas, me exigiré haciendo mucha gimnasia, organizaré un plan de dietas estricto y la comida dejará de ser una fuente de alimento y de placer para convertirse en una obsesión.
¿Notaron que hay días en que se sienten deprimidos y entonces caminan con el pecho hundido, los hombros caídos, les falta ese brillo en los ojos y… ¡oh, casualidad! justo se pescan una gripe?!
¿Y en cambio hay otros días en que se despiertan de buen humor y que al mirarse en el espejo se ven más lindos?
¿E inclusive que ese día la gente los mira más por la calle o les preguntan si se hicieron algo?
¿Qué pasaría si sintiera que soy una unidad cuerpo-mente-emociones-espíritu?
¿Trataría de que desaparezca el síntoma porque se trata de una molestia o primero intentaría descubrir si me trae algún mensaje?
¿Elegiría a un médico que me recete un medicamento guiándose sólo por el resultado de unos análisis ó a un profesional que me conozca como persona, que me escuche y sepa lo que me está pasando más allá del síntoma?
¿Cómo serían mis hábitos alimenticios? ¿Qué alimento eligiría para nutrirme?
¿Seguiría realizando las mismas actividades? ¿Les seguiría dedicando el mismo tiempo?
Porque si tomo conciencia real de que soy una unidad cuerpo-mente-emociones-espíritu, tal vez pueda decidir dejar de beber el whisky o la pastilla antes de dormir y consulte a un terapeuta por esa sensación de angustia que me invade a la noche…
O a lo mejor encuentre el tiempo necesario para hacer aquél curso de pintura que hace tanto tiempo vengo postergando…
Incluso tal vez descubra la manera de poner otro orden de prioridades!
Es más… posiblemente me daría cuenta de que alimentarme y nutrirme es mucho más que ingerir comida…
